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Biomasa, energía solar térmica y geotermia; las energías del futuro ya están aquí.

Biomcasa, Solcasa y Geotcasa son los nombres de los proyectos que está desarrollando el IDAE para fomentar el uso de tres tipos de energías renovables.


17.02.2011
Categoría: General

Para desarrollar las nuevas energías en edificios, ustedes han pensado en emplear tres tipos de energía diferentes: la biomasa, la energía solar y la geotermia para usos térmicos, a través de las llamadas Empresas de Servicios Energéticos de entre las distintas Energías Renovables, ¿por qué se han decidido concretamente por estas tres tecnologías?

Estos programas nacieron de la necesidad de impulsar tres tipos de energías renovables que aún no habían tenido el mismo desarrollo  que otras. La biomasa, la energía solar térmica, y la geotermia para usos térmicos aún no disponen del mismo marco de apoyo que otras, por ello, decidimos centrarnos en estas tres áreas para mejorar sus esquemas de promoción.

En el diseño de estas líneas de trabajo se han tenido en cuenta las principales dudas  que presentan este tipo de instalaciones, así como las ventajas reales que otorgarían al usuario final. Por ejemplo, el coste de la biomasa, realmente, es considerablemente inferior al de la mayoría de los combustibles tradicionales como puede ser el gasóleo. El problema es que la instalación de la caldera y de los mecanismos que necesitaría para que funcionase es mayor. Por ello, decidimos incentivar la financiación de estos sistemas para que el desembolso inicial no suponga un problema para los consumidores.

 

Entrevista en el diario La Razón (16.02.2011) a Jaume Margarit Roset: Director de Energías Renovables del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.

¿Y por qué quieren desarrollar estos proyectos a través de Empresas de Servicios Energéticos? Hemos decidido emplear este sistema porque la introducción de este tipo de empresas nos garantiza la calidad de las instalaciones y su correcto mantenimiento en el tiempo.

Solo podrán desarrollar estos proyectos las compañías habilitadas que, además, están obligadas a dar un servicio al usuario final que le cueste, como mínimo, un 10% menos que la alternativa de usar un combustible fósil.

En la búsqueda por lograra la mayor eficiencia energética y sostenibilidad medioambiental, el IDAE ha lanzado los programas Biomcasa, Solcasa y Geotcasa, ¿podría explicarnos las principales características de este modelo de actuación?

Para empezar, hay que señalar que son programas pilotos. Y esto es así porque entendemos que lo correcto es que esas iniciativas se deberían desarrollar desde las entidades financieras.

Como punto de partida, destacaremos que estos programas están pensados para edificios públicos o privados, tanto ya existentes como de nueva construcción. En principio, se diseñaron sólo para pequeñas y medianas instalaciones, pero, en unos pocos meses, esperamos que comience a funcionar el nuevo programa GIT, para Grandes Instalaciones Térmicas.

El presupuesto inicial con el que contamos para apoyar la financiación de los proyectos es de cinco millones de euros para Biomcasa y Solcasa y de tres millones para Geotcasa. Como el proyecto para Biomasa ya lleva dos años en funcionamiento, casi se ha agotado esta cantidad. Por ello, acabamos de aprobar un incremento en su presupuesto de otros tres millones de euros.

¿Cómo se pueden solicitar estas ayudas?

Las empresas de servicios energéticos que quieran acceder a esta financiación tienen que ser habilitadas por el IDAE acreditando su solvencia técnica y económica. Posteriormente deberán presentar propuestas de financiación para proyectos concretos para que el Instituto las estudie y decida si las aprueba.

Estamos hablando de financiaciones durante un periodo de 10 años, pasado el cual el equipo pasará a ser propiedad del usuario final. De esa forma ese ahorro mínimo de un 10% que le garantizamos durante el primer decenio podría incrementarse.

Actualmente, llevan ya más de dos años trabajando con el proyecto BIOMCASA. ¿Cómo calificaría la implantación de este programa piloto?

La verdad es que la evolución de Biomcasa ha sido realmente buena. Desde el principio vimos que se aceptó muy bien y, a día de hoy, sigue a buen ritmo. Contamos con 49 empresas de servicios energéticos habilitadas repartidas por toda la geografía española. En menos de dos años de actividad se han financiado 50 proyectos con más de 4,4 millones de euros, lo que ha supuesto una potencia total instalada de 12 megavatios térmicos. Gracias a Biomcasa se evita la emisión de más de 7.000 toneladas de CO2 al año.

Cuáles son sus expectativas respecto al éxito de las otras dos líneas de actuación, Solcasa y Geotcasa?

Antes de nada, tenemos que tener en cuenta que el diseño y el éxito del programa de biomasa sirvió de pistoletazo de salida para los otros dos proyectos. A día de hoy, se puede hablar de un éxito inicial como demuestran las 17 empresas de servicios energéticos habilitadas para Solcasa y las 11 para Geotcasa. De todas formas, las exigencias que se les pidieron a las ESEs hace dos años no deberían ser tan altas en estas dos nuevas iniciativas.

A la hora de impulsar la instalación de las energías renovables en los edificios, ¿Cuál es el papel que pueden jugar las administraciones?

Desde mi punto de vista, lo ideal sería que no fuese necesaria la ayuda de los organismos públicos. Esto sería la mejor muestra de que el sector habría madurado, tanto a nivel tecnológico como económico. Por ahora, esta situación aún no se ha producido, pero los datos con los que contamos nos ayudan a pensar que en un futuro próximo alcanzaremos esa meta.

Hasta ese momento, las administraciones debemos ayudar al desarrollo y la consolidación de las nuevas energías, tenemos que supervisar su buen funcionamiento desde el comienzo de cada proyecto y vigilar su mantenimiento para que la sociedad se convenza de los beneficios de las energías renovables.

En muchas ocasiones, los usuarios se quejan de que el principal problema de estos sistemas es que se deben asumir costes elevados, A día de hoy, ¿es realmente rentable realizar una instalación de este tipo?

Yo creo que sí, que es rentable. En el caso de la Biomasa, su rentabilidad frente a los combustibles fósiles es muy clara. Para empezar, hemos garantizado un ahorro mínimo de un 10% los diez primeros años, tras los cuales la caldera pasará a ser propiedad del usuario final. Pero, además si tenemos en cuenta que dentro de una década el precio de los combustibles tradicionales estará  mucho más caro, esa rentabilidad aumentará considerablemente.